No por los lápices ni por los bolis —bueno, también—, sino porque me fascinaban los materiales. Las texturas, los colores, las posibilidades. Dibujaba, claro, y lo sigo haciendo.
Siempre he sentido curiosidad por cómo están hechas las cosas. De niño me perdía en los videojuegos, no solo por jugar, sino por mirar menús, pantallas de carga, interfaces. Más adelante descubrí el diseño gráfico, y ese fue el primer paso. Pero cuando estudiando llegué a UX/UI, lo vi clarísimo: no solo quería que las cosas se vieran bien, quería que funcionaran. Que conectaran con quien las usa.
Diseño experiencias digitales que combinan estética y funcionalidad. Me gusta pensar que cada interfaz es como una historia bien contada: tiene que atraparte desde el primer clic y acompañarte con naturalidad hasta el final.
Trabajo sobre todo con WordPress y Elementor Pro, y utilizo herramientas como Figma y el paquete Adobe para construir desde cero. Pero antes de diseñar cualquier pantalla, me hago siempre las mismas preguntas:
¿Quién va a usar esto? ¿Cómo? ¿Qué necesita realmente?
Solo entonces empieza el diseño.
El cine (soy de los que miran los créditos).
Los museos, por cómo cuentan historias sin palabras.
Los libros, que te transportan.
Y un buen entrenamiento en el gym, para poner la mente en blanco y las ideas en orden.
Ahora busco nuevos retos. Colaboraciones, proyectos, clientes con ideas diferentes o incluso un poco locas.
Si quieres trabajar conmigo, saber más sobre mi proceso o simplemente decir hola, pásate por la página de contacto.
Y si te quedaste con ganas de ver más, pásate por mis proyectos. Quién sabe, igual uno te sorprende 😉